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Artículos Científicos

La Ecofilosofía y su Relación con la Ecohistoria: Desafíos para lograr una nueva consciencia ambiental

ECOPHILOSOPHY AND ITS RELATIONSHIP WITH ECOHISTORY: CHALLENGES TO ACHIEVE A NEW ENVIRONMENTAL CONSCIOUSNESS

Mauro Jesús Doña López y Santiago Agustín Peryra Nouvelliere

Facultad de Filofía, Humanidades y Artes

Universidad Nacional de San Juan

La Revista de Divulgación Científica de ADICUS

RESUMEN

 

En un contexto de calentamiento global y crisis ambiental, situados en una provincia cuyo recurso hídrico es escaso, siendo esta, fuente de toda vida en el oasis. Teniendo en cuenta que la educación ambiental está establecida por un marco normativo nacional, como provincial, se considera que la educación ambiental debe ser el pilar para la formación de las nuevas generaciones, como ciudadanos comprometidos con el cuidado del medio ambiente. Ante los continuos hechos que se suceden en nuestra actualidad resultado del cambio climático, se están desarrollando nuevas perspectivas de estudio con sus respectivos análisis que involucran distintas disciplinas, históricamente divididas, cuyas reflexiones han generado notables resultados interdisciplinares sobre el tema. De esta forma, en el presente trabajo se analizará la importancia de crear una consciencia ambiental más amigable con nuestro planeta, desde distintas miradas como la Ecofilosofía y la Ecohistoria.
 

ABSTRACT

 

In a context of global warming and environmental crisis, located in a province whose water resource is scarce, this being the source of all life in the oasis. Taking into account that environmental education is established by a national regulatory framework, such as a provincial one, it is considered that environmental education should be the pillar for the formation of new generations, as citizens committed to caring for the environment. Given the continuous events that occur today as a result of climate change, new study perspectives are being developed with their respective analyzes that involve different disciplines, historically divided, whose reflections have generated notable interdisciplinary results on the subject. In this way, this work will analyze the importance of creating a more friendly environmental awareness with our planet, from different perspectives such as Ecophilosophy and Ecohistory.
 

PALABRAS CLAVES: Ecohistoria; Ambiental; Consciencia; Ecofilosofía; Educación

 

KEY WORDS: Ecohistory; Environmental; Consciousness; Ecophilosophy; Education

 

METODOLOGÍA


La Ecohistoria se ha desarrollado interdisciplinarmente, lo que ha generado que deba proveerse de múltiples técnicas utilizadas en algunas ciencias naturales, sobre todo de la Ecología. Como señala Brailovsky a través del método de la Ecología se pueden estudiar las interacciones entre distintos hechos o fenómenos ambientales. Esto es fundamental para entender las relaciones entre los diversos componentes que constituyen un ecosistema o sistema ecológico.


En lo que respecta a la Ecofilosofía, se utilizará  el método hermenéutico, a partir de la concepción de Gadamer, poseyendo como base principal al lenguaje. Teniendo en cuenta los diversos contextos históricos de producción, rescatará los pensamientos trayéndolos al presente, es decir, “[…] la mediación pensante de la tradición con el presente hasta alcanzar la fusión de horizontes […]” (Barbera, 2012, 202). 


INTRODUCCIÓN 


Existe un consenso científico y general sobre el efecto que actualmente está teniendo el cambio climático en la Tierra debido a las elevadas temperaturas generadas por el calentamiento global. Hace algunas décadas atrás este tema no tenía la importancia que actualmente tiene en los distintos ámbitos académicos y organismos enfocados en la protección ambiental. En aquel tiempo, estas problemáticas eran consideradas de un futuro distante. 


No obstante, en la actualidad se sabe que el calentamiento global es un hecho presente afectando a la geografía y las poblaciones de ambos hemisferios, tanto de países industrializados, como aquellos que se encuentran en vías de desarrollo. El país que habitamos, la República Federal Argentina,  no será contemplado como una excepción  de este complejo escenario: 
 

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“[…] hay que agregar la emergencia de una gama muy diversa de conflictos ambientales, surgidos de la interacción de la sociedad en su proceso histórico con la naturaleza, que ha potenciado las preocupaciones sobre estas problemáticas, lanzando incluso advertencias serias sobre el futuro de la vida del planeta. […] el interés por la relación sociedad- naturaleza se […] ha sesgado fuertemente hacia el estudio concreto de los impactos humanos sobre el amiente y la forma de solucionarlos o por lo menos disminuirlos”. (Zarrilli, 2012 ,1) 

 

Si bien esta disciplina aún no ha podido adecuarse como una línea ‘interna’ de investigación de la Historia en sí, la misma ha generado una multiplicidad de enfoques dando a pensar en la ilusión de constituir una nueva línea de investigación, mucho más interdisciplinaria que se construya a partir del aporte de diferentes disciplinas. Sobre todo, aquellas relacionadas al estudio de la relación entre el hombre y su medio, como, por ejemplo: la Geografía, la Sociología, la Ecología, a las que se suman la Economía, Antropología, Filosofía y, por qué no, la Historia. Por parte de esta última, Peter Burke menciona que: 
 

“Incluir el medio ambiente en la historia general implica expandir el reino de la historia en más de un aspecto. Como es imposible escribir la historia del medio ambiente sin hacer uso de diferentes disciplinas, la práctica de la historia medioambiental estimula la interdisciplinariedad, en un momento en que la estrecha formación profesional de los historiadores les empuja hacia la dirección opuesta”. (Burke, 2013, 301)
 

La Historia Ambiental tuvo un gran impulso dentro del ámbito académico durante la segunda mitad del siglo XX.  Esta se desarrolló durante la etapa iniciada a finales de la década de los 70, en la cual se produce la crisis de los grandes paradigmas. La misma fue el resultado del crecimiento de los problemas tanto políticos como sociales a escala global, que aumentó la necesidad de información que el conocimiento del pasado proporcionaba para la comprensión del presente.


A partir de 1970, investigadores estadounidenses como: Alfred Crosby, William Cronon, Donald Worster y Roderick Nash; contribuyeron a posicionar el tema en la esfera pública y a darle difusión a este tipo de problemáticas. Alcanzando notable importancia en la década siguiente. A fines del siglo, la Historia Ambiental se encuentra bastante posicionada dentro de los ámbitos académicos. 


Por su parte, esta nueva línea de investigación, comienza a ser incorporada en la República Federal Argentina a finales de la década de 1950. A mediados de la misma, se empieza a desarrollar la denominada política ‘desarrollista’. Este modelo incorporó prácticas de fomento de las economías regionales, donde se comenzó a tener cierta consideración por los recursos naturales propios.

 

“[…] en este contexto comenzaron a considerarse tibiamente, los recursos naturales como parte del patrimonio de una región. […] los primeros trabajos buscaban realizar diagnósticos, inventarios de los recursos naturales existentes en una región para desarrollarla y así utilizar los recursos naturales como elementos del desarrollo regional desde un punto de vista más economicista”. (Miraglia, 2017, 53)
 

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo de las Naciones Unidas, desarrolló varios estudios de diagnóstico e inventarios sobre los recursos naturales en aquel tiempo. Estas investigaciones atravesaban algunas disciplinas naturales y agropecuarias, como la Biología, Ecología, Agronomía, Climatología, entre otras. Sin embargo, gran cantidad de estudios fueron incorporadas a la materia, mediante el trabajo realizado por el Centro Científico Tecnológico (CCT) de Mendoza y el Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI) de la Universidad Nacional del Nordeste, a partir de los setenta. En la actualidad son varias las disciplinas científicas, los investigadores y las instituciones que realizan estudios ambientales en la República Federal Argentina.

 

Para tener en cuenta el gráfico anterior demuestra el efecto de las emisiones producidas por los gases invernaderos generados por los países, de las diferentes partes del mundo, contemplados entre los años 1990 hasta 2013.


Orígenes y alcances de la Ecofilosofía o Ecosofía

 

La Ecofilosofía, como su nombre lo indica, es una rama perteneciente a la filosofía, con la particularidad de estar centrada en el cuidado y el conocimiento sobre nuestra casa en común. Esto se puede deducir, si separamos los componentes que conforman esta palabra, estando por un lado el prefijo ‘eco’ mientras por el otro lado ‘filosofía’. En la acentuación de dicho prefijo, se puede denotar que ‘eco’ devendrá del griego ήχώ cuyas primeras traducciones son sonido o eco, terminándose por traducir como cuidado de las casas (Corominas, 1984, 540). Este mismo análisis, podría repercutir, con sus significados, tanto en la Ecohistoria, como también en las diversas disciplinas cuyos campos de acción empiezan con el prefijo ‘eco’; como se mencionó en el apartado anterior.


De esta forma, tomando como punto inicial la Ecohistoria, se puede entablar un dialogo con una disciplina a fin, cuyos trabajos en conjunto podrían elaborar propuestas superadoras bajo el marco de la transdiciplinaridad, siendo esta la Ecofilosofía o también a veces llamada Ecosofía.

 

Si bien esta rama filosófica, buscará poder afrontar y resolver grandes problemáticas de la actualidad, lo hará con el enriquecimiento de las tradiciones milenarias leídas en la contemporaneidad. Realizándose una hibrides en su formación, siendo nueva como antigua a la vez, conformándose así como un cuasi-nuevo saber con una fuerte lectura Mística-Metafísica (Ciner, 2002, 135). 


La mayoría de las escuelas filosóficas, que contribuirán como base para esta filosofía ecológica, se originarán geográficamente en Medio y Lejano Oriente. Es en este encuentro entre el Occidente y el Oriente, donde convergerá un modo distinto de ver el mundo, a partir de las puestas en común entre dos paradigmas del pensar y el obrar distinto. Pues en estos dos polos, el eje central donde parte la reflexión filosófica, Occidente parte de un antropocentrismo mientras que Oriente poseerá como eje central lo que denominaremos ecocentrismo. Las dos tradiciones que se tomarán en este trabajo, como evidencia a lo planteado de la influencia oriental, será el plotinismo como el taoísmo.  


El antropocentrismo en Occidente, cobra su máxima expresión dentro de la ilustración alemana, en Kant.  Presente en la formulación de su imperativo categórico, también llamado ley universal: “El fundamento de este principio estriba en que la naturaleza racional existe como fin en sí mismo […]” (Kant, 2012, 139). Al mantener esta base teórica, se subyuga al resto de la naturaleza que no sea concebida como racional, siendo ellas solamente medios para un fin. Por ello, bajo este pensamiento, los recursos naturales pueden ser explotados libremente sin ningún tipo de consecuencia negativa, mientras ayuden al hombre que posee naturaleza racional.  


Entrando a la tradición plotiniana, encontramos un equilibrio entre el valor que posee la naturaleza en general con el valor que posee el hombre, bajo la lectura de Panikkar elabora el concepto de cosmoteándrica comprendiendo al universo como: “[…] universo es el fruto de la vida divina que extiende su vitalidad al cosmos entero. La vida no es sólo privilegio del hombre, sino que el hombre participa en la vida del universo […]” (Ciner, 2002, 136). Esta lectura es posible, porque en las Enéadas compiladas por Porfirio, Plotino (siglo III e.c.4) establece que cada ente participa en el Uno5, también llamado el Uno-Bien, según sus propias posibilidades. Es por ello, que se establece una unidad entre todos los entes que existen, ya que tanto una flor como una persona participarán según sus propias condiciones, en la unidad originaria. Estableciendo de este modo un equilibrio de equidad entre todos los seres, desde el más pequeño hasta el más grande, sin ninguna ponderación de supremacía entre un ente a otro. Dicha participación de los entes en el cosmos, se puede encontrar en la siguiente expresión de Plotino: “[…] todos los seres que hay en mí (en el cosmos), aspiran al Bien, pero cada uno lo logra según sus posibilidades (kata dynamin) […]” (Ciner, 2002, 141). 


Una vez ya abordado el plotinismo, se podrá continuar el análisis, con el taoísmo. La filosofía del taoísmo, se puede encontrar en el Tao Te King6, escrito por el filósofo Lao Tse (aproximadamente entre los siglos VII y II a.e.c.7). Poseyendo como una peculiaridad, el modo en que fue escrito, pues parece más un poema al estar redactado en prosa, teniendo así una gran dificultad para interpretarlo. Incrementándose si se toma en cuenta la lengua con la que se escribió, siendo el chino antiguo, dejando  traducciones que de un modo u otro siempre serán incompletas.


En la filosofía taoísta, el principio originador, se llamará Tao pero es solo un nombre que se le otorga momentáneamente. A diferencia del Uno en Plotino que poseerá este nombre sin variaciones, el Tao solo se llama así para poder denominarlo al estudiar, no entendida como una categoría o como un arquetipo metafísico. Esto se puede observar claramente en el primer apartado del Tao, “El Tao que puede ser expresado no es el verdadero Tao. El nombre que se le puede dar no es su verdadero nombre […]” (Tse, 2002, 15), esto también aparece en el apartado veinticinco, “[...] Puede que sea la Madre del universo. No sé su nombre, pero lo llamo Tao […]” (Tse, 2002, 39).


Dentro del taoísmo, en similitud con la tradición plotiniana, se entabla una armonía entre elementos aparentemente opuestos. Como se muestra patente en el apartado segundo del Tao, “[…] Lo largo y lo corto se forman uno del otro. Lo alto y lo bajo se aproximan […]” (Tse, 2002, 16), bajo esta misma lógica se plantea   la complementación entre el Ying y el Yang. Entablando así tres fuerzas para la generación de la naturaleza-cosmos, el Ying (representando el principio femenino) y Yang (representando el principio  masculino) que simbolizan la relación de  los contrarios de la vida, mientras que el Tao es el principio superior que abarcará ambas energías.  Es por ello, como pasa en Plotino, todos participan en el principio del Tao bajo sus propias posibilidades, así se manifiesta en el apartado dieciséis:


 “[…] De la aparición bulliciosa de las cosas, mira su retorno. Todos los seres crecen, pero luego vuelven a su raíz. Volver a su raíz es hallar el reposo. […]  Quien es como el Tao es perdurable. Aunque su vida se extinga, no perece”. (Tse, 2002, 30)

 

Esta interpretación del taoísmo, permitió que se elaborara una propuesta filosófica-social para el cuidado del medio ambiente, denominado ‘El Tao de la liberación’. Dentro del cual, se concibe al Tao como: “[…] una vía o una senda que lleva a la armonía, a la paz y a la relación correcta” (Hathaway, 2014, 21).  Cuyo camino no está totalmente marcado, no hay un camino absoluto a seguir, solamente delineamientos que parten del Tao; con la visión de una igualdad entre todos los seres que existen. 


La connotación de liberación en la propuesta, hace referencia a un proceso transformador (Hathaway, 2014, 23). Esta liberación podrá hacer posible una convivencia, en mutuo respeto, con todos los seres que conforman la Tierra en un permanente cuidado de ella. Este sentimiento de pertenecer, a un complejo sistema vivo en movimiento que se autorregula, siendo uno con el universo, se formulará como una propuesta de: “[…] «espiritualidad ecológica» interesada primordialmente por el futuro del planeta Tierra y de la humanidad como un todo” (Hathaway, 2014, 18).


REFLEXIONES FINALES


A partir de la segunda mitad del siglo XX, los filósofos e historiadores han comenzado a asimilar en sus estudios los problemas, métodos y enfoques de otras disciplinas. Esta nueva influencia ha enriquecido, sin lugar a dudas, las nuevas perspectivas de estudio. En la actualidad, nuevas líneas de investigaciones historiográficas y epistemológicas permiten llevar a cabo un abordaje más amplio de diversos temas que afectan nuestro presente. 


Por esta razón, se debe reconocer la importancia que podría llegar a tener la Ecohistoria y la Ecofilosofía para el abordaje de las problemáticas ambientales, como así también poder contribuir a la redefinición social de filósofos e historiadores a partir de su vínculo con la realidad, en este caso física. 


La Ecohistoria como nueva línea de investigación contemporánea, nos permitirá reflexionar sobre el impacto, los aportes y consecuencias de los fenómenos ambientales a lo largo del tiempo. Mientras que, por otro lado, la Ecofilosofía, con fuertes raíces en las tradiciones orientales, permitirá ahondar, mediante una reflexión profunda, en nuestras actitudes de la vida cotidiana (especialmente desde una perspectiva espiritual) y plantear, de esta manera, una toma de consciencia verdadera que ponga en valor los elementos que constituyen el ecosistema.  


En síntesis, esta propuesta apuesta a que la Educación Ambiental se vea enriquecida con estos nuevos aportes, ya que las mismas contribuirán a generar una nueva visión sobre nuestro entorno como  nuestras formas de vida.


BIBLIOGRAFÍA

 

• Aurell, J., Balmaceda, C., Burke, P., Soza, F. (2013): “Comprender el pasado. Una historia de la escritura y el pensamiento histórico”. Ediciones Akal, S.A. Madrid, España.


• Barbera N, Iniciarte A (2012): “Fenomenología y hermenéutica: dos perspectivas para estudiar las ciencias sociales y humanas”, En Multiciencias, Vol. 12, N° 2, Universidad del Zulia, Venezuela, pp. 199-205.


• Bugallo A. I. Gutiérrez D. Cosso O. (2017): “La filosofía ambiental en el ámbito académico de la Argentina: algunos desarrollos y lineamientos problemáticos”, En Cuadernos del Sur – Filosofía, Vol. 1, N° 46, Universidad Nacional del Sur, Buenos Aires, pp. 33-52. 


• Corominas J. (1984): “Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico. CE-F”, Gredos, Madrid, España. 


• Corominas J. (1984): “Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico. G-MA”, Gredos, Madrid, España

 

• Ciner P. (2002): “La Doctrina de la Providencia en Plotino: Su vigencia en la Ecofilosofía", En A Journal of the World Union of Catholic Philosophical Societies, Vol. 1, Estados Unidos,  pp. 135-144. 


• Guadagni, A., Cuervo, M. (2017): “El cambio climático: un desafío mundial”, El Ateneo, Buenos Aires. 


• Hathaway M, Boff L. (2014): “El Tao de la liberación. Una ecología de la liberación.”, Trotta, España.   


• Kant I. (2012): “Fundamentación para una metafísica de las costumbres”, Alianza editorial, España.  


• Perez Serrano, J., Gomez, C. (1999): “Historia y Eco historia ante la crisis ambiental”. Centro de Estudos de História do Atlântico, Brasil. 


• Revilla, M., Sanchez, D., Agusti S. M., (2018): “Conciencia histórica y memoria colectiva: marcos de análisis para la educación histórica”, En Revista de Estudios Sociales, N° 65, pp. 113-125. Recuperado de: https://doi.org/10.7440/res65.2018.10


• Tse L. (2002): “Tao te King”, Indigo. España.


• Worster, D. (2004): “¿Por qué necesitamos de la historia ambiental?”,  En Revista Tareas, N° 117, Centro de Estudios Latinoamericanos, Justo Arosemena, Panamá, R. de Panamá, pp. 119-131. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/tar117/worster.rtf


• Zarrilli, A., Salomón, A. (2012): “Historia, política y gestión ambiental. Perspectivas y debates”. Imago Mundi. Buenos Aires.


GRÁFICO


• IEA, Global energy-related CO2 emissions, 1900-2013, IEA, Paris. Recuperado de: https://www.iea.org/data-and-statistics/charts/global-energy-related-co2-emissions-1900-2013.
NOTAS


* Estudiante avanzado de la carrera Profesorado de Historia, de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes (FFHA), de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). Actualmente trabaja con una ayudantía segunda categoría en el IIHRA, y es becario CICITCA. También es Consejero Directivo por el estamento estudiantil en dicha Facultad.


* Estudiante avanzado de la Licenciatura en Filosofía, de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes (FFHA), de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). Actualmente trabaja con una ayudantía segunda categoría en el IDEF.


1 “En 1995 se reunió la primera Conferencia de las Partes (COP 1) en Berlín, donde se dispuso que se realizara una COP anualmente y que sería la organización responsable de mantener en funcionamiento el proceso de lucha contra el cambio climático” (Guadagni, 2017, 74).


2 Un ejemplo claro de esto, se puede encontrar con los incendios producidos en la Amazonia, que conforma el gran corazón verde de Latinoamérica. 


3 El objetivo 7 propone  “garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos”, aumentando la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas. Mientras que el objetivo 13 establece “adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos”, incorporando medidas estratégicas y políticas en los planes nacionales, como así también mejorar la educación la sensibilización sobre los efectos del cambio climático.


4 .E.c., esta abreviatura significa era común. La misma sirve como punto de medida para los diversos contextos históricos, omitiendo el uso de la figura de Cristo como medidor, al considerarlo una práctica impositiva de una mayoría. 


5 La primera hipostasis en Plotino, seguido por la Inteligencia y el Alma, siendo estos estados de realidad metafísicos originarios.  


6 Una de las traducciones más cercanas sobre el título del libro es: El Libro Sagrado del Tao de la Virtud. No se puede elaborar una traducción definitiva, ya que el chino antiguo es una lengua conceptual, cuyo significado varía según el contexto en que es utilizado. 


7 A.e.c., esta abreviatura significa antes de la era común. La misma sirve como punto de medida para los diversos contextos históricos, omitiendo el uso de la figura de Cristo como medidor, al considerarlo una práctica impositiva de una mayoría. 
 

“Los científicos usan el término `cambio climático´ para sintetizar la relación entre calentamiento y clima, asumiendo que el aumento de la temperatura produce los efectos de cambios climáticos que, a su vez, impactan en la vida de los seres vivos en la Tierra: cambios en los vientos, en las corrientes oceánicas, en las precipitaciones, en la nieve, etc. Este calentamiento global, asociado al efecto invernadero que resulta de los GEI emitidos desde la Tierra, es lo que se conoce como cambio climático”. (Guadagni, 2017, 39)
 

Es de conocimiento público que el mundo está experimentando cambios rotundos, destacando todas aquellas áreas o reservas naturales, siendo afectadas por la severidad con la que se modifican las condiciones ambientales continuamente. Año tras año, surgen problemáticas ambientales, las cuales resultaban impensables en años anteriores. Estas transformaciones, provocadas por las distintas acciones humanas, que generan un impacto sobre nuestra tierra, han llevado a que en los últimos años veamos la severidad con la que se desarrollan los fenómenos estacionales. Según profesionales que forman parte del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), convocados por las Naciones Unidas, sostienen que la extensión temporal y la severidad con la que se ha dado la misma, produce modificaciones en la conducta de la sociedad, afectando la vida productiva, como así también, el ecosistema en su conjunto. 


En las últimas décadas la ONU ha sido protagonista por la organización de los encuentros medioambientales anuales, de acuerdo a lo establecido en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en la cual participan actualmente 200 naciones que han firmado este acuerdo. Las mismas son denominadas ‘Conferencias de las Partes’1 (COP), realizándose en ellas enormes esfuerzos por acordar políticas globales sobre ideas, iniciativas y programas que ayuden a mejorar las condiciones ambientales terrestres; encontrándose manifestadas también en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 


En la actualidad se han organizado alrededor de 25 COP, siendo la última realizada en Madrid en el 2019. La próxima tendrá lugar en Glasgow, Escocia y será celebrada en el 2021. Cabe destacar que en las distintas Conferencias, se han ido sumando naciones adherentes, impulsando nuevos programas para solucionar los problemas ambientales. No obstante, los países que mayor cantidad de emisiones de Gases de Efecto Invernadero generan, países tales como los Estados Unidos de América y la República Popular China, se han rehusado muchas veces, amenazando con salirse del acuerdo, ya que el mismo perjudica el desarrollo de sus países. Esta situación genera que el objetivo principal que se estableció en el Protocolo de Kioto, que los países desarrollados reduzcan sus emisiones un 5.2% respecto del nivel de 1990, aun no se haya cumplido. La República Popular China concentra casi el 20% de la producción mundial, también los Estados Unidos de América, Federación Rusa, República de la India y Australia. 


En América Latina, como en el resto del mundo, la preocupación por el cambio climático también ha llevado a que los países de la región tomen cartas en el asunto. Esto se debe a que los países latinoamericanos se encuentran envueltos en innumerables problemas ambientales, desde los grandes incendios que se producen por toda la región, la deforestación de bosques2 y las grandes inundaciones que se producen en ciudades costeras, entre otras.


La República Federal Argentina se ha comprometido con los ODS propuestos por la ONU,  en vista al 2030 ha fijado como meta, desarrollar con eficacia el objetivo N°7 y 13 en relación con el cuidado medioambiental3. Según el cálculo de Contribución Nacional presentado en la reunión de Paris, por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible, se han establecido una serie de medidas a desarrollar en los distintos sectores: industria, transporte, residuos, aguas, bosques, energía, construcción de viviendas y edificios. Algunas soluciones importantes a destacar son: la recuperación del sistema ferroviario, el transporte eléctrico e híbrido, tratamiento de aguas residuales, la separación de los residuos, compostaje domiciliario, planes de aprovechamiento forestal como el silvopastoril, economizadores de agua, generación distribuida y eficiencia en electrodomésticos, entre otras medidas. 
 

Es por esto, que el presente trabajo, busca crear una consciencia ambiental más amigable con nuestro planeta. Por ello cabe  preguntarse ¿De qué forma la Historia y la Filosofía podrían contribuir con el desarrollo de esta consciencia ambiental? Es posible pensar que esto se logrará, mediante la aplicación que se realice, a partir de los conceptos de Ecohistoria y Ecofilosofía. Desde una perspectiva interdisciplinar novedosa, deviniendo a una lectura crítica del conocimiento enseñado y trabajado bajo una mirada fragmentaria, siendo este el paradigma perteneciente al academicismo clásico en Occidente.


¿Qué es la Historia Ambiental  o la Ecohistoria?
 

La Ecohistoria también a veces llamado Historia Ambiental, es una nueva línea de investigación que se encuentra en constante auge en la actualidad. El origen etimológico de la Ecohistoria, se podría dividir en dos partes: siendo la primera el prefijo ‘eco’ (cuyo rastreo etimológico se encuentra profundizado en la sección de Ecofilosofía, dentro del presente trabajo), terminándose de traducir como el cuidado de las casas. Y la segunda parte, historia cuya raíz es del griego “[…] ίστορία ‘búsqueda, averiguación’, ‘historia’, derivado de ϊστωρ ‘sabio,  conocedor’ […]” (Corominas, 1984,  370). Siguiendo esta genealogía, se puede atribuir que el objetivo de la Ecohistoria, será el realizar una búsqueda. Para poder, conocer y dar a conocer, el origen como el desarrollo de los procesos que involucran nuestra casa en común, dando especial hincapié del cómo cuidarla. En otras palabras, se trabajara desde una noción de Historia, en sentido amplio.      

 

Por esto su  importancia radica, en  estudiar los fenómenos  ambientales, que han surgido en las últimas décadas. El aumento de los gases de efecto invernadero, en conjunción con los distintos problemas ambientales generados por las personas, ha producido que determinadas regiones se encuentren afectadas por una multiplicidad de repercusiones negativas. 

 

Esta situación plantea la necesidad de una reflexión acerca de la importancia del cuidado medioambiental y  protección de los recursos naturales, para las generaciones venideras. Las problemáticas relacionadas con el descuido ambiental han dado la posibilidad a que nuevos investigadores se interesen por la temática propuesta. Como señala Zarrilli:  

 

Fuente: IEA, Global energy-related CO2 emissions, 1900-2013, IEA, Paris, Recuperado de:

https://www.iea.org/data-and-statistics/charts/global-energy-related-co2-emissions-1900-2013.