35 años de Encuentros continuos donde las mujeres tenemos nuestro espacio. Este año 2020, en contexto de pandemia, no pudo realizarse de forma presencial, pero si buscamos la forma de no perder el contacto. Se realizó de forma virtual, a través de internet, una secuencia de actividades vinculadas al 35ENMSanLuis2020. La comisión organizadora seleccionó los temas considerando que aquellos temas que mayor debate generan, por las distintas corrientes que conforman el amplio colectivo de mujeres que participan; esos temas más profundos como el aborto, la ESI, trabajo, adolescencia y juventud, prostitución, etc. queden para el espacio natural de los encuentros: los talleres.
Son espacios amplios en los cuales toda mujer puede participar en representación propia, pueden ser militantes políticas o no, de cualquier índole religiosa o no, es un espacio donde nadie cuestiona su origen ni clase social o nivel de formación, nos conocemos y valoramos en la diversidad.
Los pilares en los que se sostiene cada ENM son la garantía por la cual se ha sostenido este espacio por 35 años de forma tan amplia y cada vez más masiva. Los ENM son:
Los talleres son el corazón de los ENM, son estos espacios en los cuales las mujeres realmente nos encontramos y compartimos experiencias. Son los talleres esos espacios en los que cada una se sienta junto a un grupo de mujeres desconocidas, pero genera una confianza difícil de explicar si no se vive. La organización dispone de coordinadoras, que tienen la función de garantizar la palabra de todas y solo ordenar. También hay una secretaria de actas que registra todo lo que surge, se expresa y propone.
Los talleres son soberanos, quienes lo integran discuten lo que definen discutir y nadie puede imponer nada, todas las voces tienen el mismo peso y todas las opiniones son registradas, nadie juzga ni evalúa a una compañera, ni por lo que dice, ni por como lo expresa, todo es válido, siempre con respeto. No se vota, porque la intención es que todas las opiniones queden expresadas: las coincidencias y las disidencias.
El segundo día del ENM, al terminar los talleres y después de redactar las conclusiones, marchamos por la provincia en un recorrido definido por la Comisión Organizadora. En primera instancia, lo hacemos para hacernos presentes en la provincia y, además, transitar por lugares significativos para cada lugar, como los juzgados, las plazas principales, Casa de Gobierno, etc. Durante la marcha llevamos banderas y cantamos consignas expresando la gran heterogeneidad del movimiento de mujeres en Argentina. Nos acompañan colectividades, comunidades originarias y hermanas latinoamericanas también.
Año tras año se elige una sede diferente siguiendo la tradición de realizarlo por ovación popular. En primera instancia, los colectivos de mujeres en cada provincia lo definen previamente y se proponen como sede, dicha propuesta se sostiene con argumentos. Suben al escenario representantes de cada regional que se propone como sede, se expresan en el micrófono y son escuchadas. Posterior a eso, desde la comisión organizadora, se nombra cada propuesta en orden y la que más ovación recibe es la “ganadora” y esa ciudad será la próxima sede del ENM.
En el 2020, aunque sea de forma virtual, volvimos a vernos las caras y sentir que la lucha continúa y se fortalece para seguir conquistando derechos y avanzar hacia la igualdad. Nada se compara al encuentro presencial que se realizará cuando las condiciones sean las apropiadas y nos volvamos a encontrar. 35°ENM San Luis allá estaremos.